La diarrea, una compañera muy conocida por todos nosotros, en sus múltiples variantes. Pero ¿qué sabemos de ella?
Para conocer más de sus causas y síntomas proceded a la lectura de este
artículo, en el que se habla de una diarrea muy común por estas fechas,
la diarrea del viajero, de la que no estamos exentos, y que en nuestro
caso puede agravar nuestra salud…
¿Qué es la diarrea? Definición, causas y síntomas
Se denomina diarrea a un aumento en la frecuencia de las deposiciones
(más de tres al día) acompañada de una disminución de la consistencia de
estas (deposiciones acuosas). A veces la diarrea puede contener sangre,
moco, pus y alimentos no digeridos. La diarrea no es una enfermedad,
sino el síntoma de otro trastorno.
Existen muchas causas de diarrea, si bien la mayor parte tienen su
origen en un proceso infeccioso que se adquiere por intoxicación
alimentaria. En los niños la causa más frecuente de diarrea son los
virus. También producen diarrea diferentes enfermedades inflamatorias
del intestino (como son el síndrome del intestino irritable, la colitis
ulcerosa y la enfermedad de Crohn) y la insuficiencia del páncreas. La
ansiedad y situaciones estresantes pueden ser causa de diarrea en
algunas personas. Ciertos medicamentos (principalmente los laxantes o
antibióticos aunque no es exclusivo de ellos) producen diarrea como
efecto secundario.
La diarrea puede afectar a cualquier persona. No es infrecuente que
aparezcan brotes de diarrea aguda en instituciones como guarderías,
residencias de ancianos, cuarteles etc. Como la mayor parte de las
diarreas infecciosas se deben al consumo de agua y alimentos en mal
estado o contaminados, es muy importante conocer las medidas de higiene
básicas para intentar prevenirlas. También es frecuente que padezcan
diarrea personas que viajan a zonas tropicales o países en vías de
desarrollo (diarrea del viajero).
Aunque el hecho fundamental es el aumento en el número de deposiciones y
la disminución de la consistencia, pueden asociarse otros síntomas como
la presencia de fiebre, intolerancia a la comida acompañada de náuseas,
vómitos y dolor abdominal. Si la diarrea es muy cuantiosa puede
aparecer deshidratación por pérdida de líquidos.
Hay que tener en cuenta que la diarrea puede ser una señal de un
problema más grave. Se debe hablar con el médico si la diarrea dura más
de 3 días. También se debe consultar al médico si se tienen cualquiera
de los siguientes síntomas:
- Señales de deshidratación
- Un dolor muy fuerte en el abdomen o el recto
- Fiebre alta. (Más de 39º)
- Heces con sangre o negras
Diarrea del viajero
Las personas que visitan otros países o regiones con un estado sanitario
no satisfactorio pueden padecer lo que se conoce como "diarrea del
viajero". Esto ocurre si consumen alimentos o agua contaminados por
bacterias, virus o parásitos.
Para prevenir la diarrea del viajero, debéis hacer lo siguiente:
Evitar tomar agua del grifo o usar cubitos de hielo hechos con agua del grifo.
Evitar tomar leche sin pasteurizar o comer productos lácteos hechos con esa leche.
Evitar comer frutas y verduras crudas, a menos que puedan pelarse y las peles tu mismo.
No comer carne ni pescado crudos o apenas cocidos.
No comer carne ni mariscos que no estén calientes cuando os los sirvan.
No comer alimentos ofrecidos por vendedores callejeros o ambulantes.
Podéis tomar con seguridad agua embotellada, gaseosas y bebidas calientes como café o té.
Tratamiento de la diarrea por rehidratación oral
En muchos casos de diarrea, el único tratamiento necesario es el reemplazo de los líquidos y sales minerales perdidos.
La rehidratación oral se basa en la restitución de la cantidad de agua,
glucosa y electrolitos que se pierden a causa de la diarrea y es la
primera medida a poner en marcha una vez diagnosticada.
La OMS y la UNICEF recomiendan la siguiente fórmula de rehidratación por vía oral:
- Agua, 1 litro
- Glucosa 20 gramos
- Cloruro sódico, 3,5 gramos
- Cloruro potásico, 1,5 gramos
- Bicarbonato sódico, 2,5 gramos
Esta fórmula esta comercializada en todos los países del mundo de forma
estándar, en sobrecitos que hay que verter en una jarra con un litro de
agua, agitar hasta su disolución y comenzar a beber inmediatamente, en
pequeñas cantidades cada 1-2 horas. Pero a falta de esta posibilidad,
existe el recurso de preparar una fórmula muy similar en casa, con los
siguientes ingredientes:
- Agua, 1 litro
- Azúcar (para la glucosa), dos cucharadas soperas
- Sal (para el cloruro sódico), media cucharada de café
- El zumo de un limón mediano (para el cloruro potásico)
- Bicarbonato, media cucharada de café
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