Entre los que padecemos enfermedades inflamatorias intestinales es
común por diversas situaciones o por la conjunción de varias de ellas:
Puede darse por la mala absorción del hierro, que forma parte de los
alimentos que tomamos, ya sea por que la inflamación del intestino no
permita el correcto funcionamiento de este, o por cirugías practicadas
al enfermo que le han privado de partes importantes del intestino,
acortando la superficie de captación del hierro, por desnutrición, por
pérdidas o micropérdidas continúas de sangre, a través de úlceras
intestinales, etc...
El hecho es que podemos sufrirla, y es por ello que a continuación os
traemos este artículo con el que tratamos de que conozcáis un poco más
la importancia del hierro para nuestro organismo…
El hierro - La carencia más habitual
El hierro es una sustancia nutritiva vital. Uno de los alimentos más
ricos en hierro es la carne roja; lo encontramos también en el pescado
azul, en los muslos y alas del pollo y del pavo, en ciertos tipos de
frutas secas, semillas, en las verduras de color verde oscuro y en los
cereales enriquecidos del desayuno.
La Organización Mundial de la Salud calcula que entre 600 y 700
millones de personas sufren carencias de hierro. Se trata,
probablemente, de la deficiencia nutricional más común en el mundo,
particularmente en los países en vía de desarrollo. Mientras que en
algunos de esos países la pérdida de sangre, debida a los anquilostomas (1),
es muchas veces la causa de ese problema, la carencia de hierro en
Europa Occidental suele deberse a una proporción insuficiente de este
mineral en nuestra dieta diaria.
Las consecuencias de este bajo consumo de hierro son muy importantes.
El hierro permite que la hemoglobina (pigmento rojo de la sangre)
funcione correctamente aportando oxígeno a todas las células del cuerpo.
Uno de los primeros síntomas de la carencia de hierro es el cansancio.
Las mujeres o chicas jóvenes que consumen poca cantidad de carne, roja o
de ave, y de pescado o las que son vegetarianas corren el riesgo de ver
muy rebajadas sus reservas de hierro y de presentar síntomas de
carencia.
Se estima que aproximadamente un 8% de las mujeres occidentales
padece carencia de hierro. Sin embargo, el Dr. Mike Nelson,
nutricionista en el King's College de la Universidad de Londres,
considera que se ven afectadas entre un 10% y un 20 % de las jóvenes.
Aunque estas chicas parezcan gozar de buena salud, la carencia de hierro
afecta a su vida diaria, disminuyendo su capacidad de concentración y,
por lo tanto, su rendimiento escolar. "Según los tests que hemos llevado
a cabo, señala el Dr. Nelson, pensamos que el Coeficiente de
Inteligencia de las jóvenes británicas que tienen una aportación de
hierro suficiente es superior al de sus compatriotas anémicas,
produciéndose incluso diferencias de hasta varios puntos en las
calificaciones obtenidas en los exámenes."
"Las jóvenes que se someten a regímenes o que se hacen vegetarianas
son las que corren mayor riesgo" explica el Dr. Nelson. "Los
vegetarianos "recientes" tienen que ser muy prudentes durante el primer
año, ya que muchas veces eliminan la carne y no saben que pueden
encontrar el aporte de hierro necesario en otros alimentos. Las mujeres y
jóvenes que se pongan a régimen y que además se hagan vegetarianas
tienen que comer alimentos enriquecidos con hierro o incluso tomar algún
complemento alimenticio.
Aumentar la ingesta de hierro del adolescente o del adulto puede
suponer una gran diferencia, que se hará notar en el aula o en la
oficina. Es sabido que la carencia de hierro puede ser responsable de
una disminución de la actividad cerebral que afecta tanto a la memoria
como a las capacidades de aprendizaje.
La carencia de hierro puede tener otras consecuencias.Las mujeres
embarazadas y los ancianos deben tener también especial cuidado. Durante
el embarazo, si las reservas de hierro son reducidas, las necesidades
cada vez mayores del bebé en los seis últimos meses pueden hacer
disminuir el nivel de hierro de la futura madre hasta cifras
inquietantes, lo que podría dificultar el crecimiento del cerebro del
niño. Las personas mayores pueden padecer esta carencia de hierro a
causa de un régimen alimentario demasiado pobre combinado con el hecho
de que el aparato digestivo ya no absorbe adecuadamente el hierro
presente en los alimentos.
Sea cual sea la edad o el sexo de la persona, una carencia de esta
índole acaba por conducir a un descenso del umbral del dolor, a una
interferencia en los mecanismos de control térmico, a una posible caída
del pelo y a un descenso del sistema inmunológico, que hace que el
cuerpo sea más vulnerable a las infecciones. En definitiva, son muchas
las razones para vigilar nuestro consumo de hierro.
Descubra si tiene carencia de hierro
Sentirse constantemente cansado o tener la tez pálida son síntomas
que pueden indicar que a su régimen alimentario le falta hierro y que ha
alcanzado un nivel de carencia. Para saber lo que hay detrás de estos
síntomas, el médico tendrá que proceder a un análisis de sangre con el
fin de medir su tasa de hemoglobina. Podrá, así, diagnosticar si tiene
un riesgo de carencia de hierro o si ya ha desarrollado una anemia.
Aumente su consumo de hierro - Los alimentos más ricos en hierro
Alimentos
Porciones
Aporte de hierro
Carne magra de vaca
150g 6mg Judías blancas 200g 5mg Sardinas en lata 100g 4mg
Cereales para el desayuno
(compruébelo en la etiqueta)
30-45g 4mg Higos secos 4 3mg Muslos y alas de pavo 120g 2mg Semillas de sésamo 20g 2mg Col cocida al vapor 90g 1mg
¿Cuánto hierro absorbemos?
El cuerpo absorbe alrededor del 25% del hierro presente en la carne,
el pescado y las aves. En cambio, cuando el hierro procede de los
cereales, las verduras o la fruta, absorbemos mucho menos. La cantidad
de hierro se incrementaría si a la vez se tomase vitamina C en cítricos,
bayas, kiwis, pimientos y patatas, fructosa en frutas y zumos de fruta,
y proteínas de la carne y del pescado.
En cambio se disminuiría la absorción de hierro si se tomase a la vez
que los alimentos enumerados a continuación. Intente consumir los
alimentos ricos en hierro sin mezclarlos con huevos, salvado y té.
(1) Gusano nematelminto parásito del hombre con una
cápsula bucal provista de dos pares de ganchos que le sirven para
fijarse al intestino delgado.
FOOD TODAY 09/1999
Fuente del texto:
"Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC)”