Las
personas que sufren de EII, también sufren de diarrea, lo cual causa a
menudo hemorroides, entre otras complicaciones anales. Aquellos que
sufren de colitis ulcerativa pueden ser tratados con procedimientos
quirúrgicos para hemorroides, pero no aquellos que sufren de la
enfermedad de Crohn. Las hemorroides son formaciones
anatómicas normales. Cada individuo nace con hemorroides. Cuando se
hacen sintomáticas es que nos referimos a un paciente como portador de
enfermedad hemorroidal.
¿Qué frecuencia tienen las hemorroides? |
Más del 60% de la población de edad mayor a 50 años sufrirán de síntomas de hemorroides.
¿Para qué sirven las hemorroides? |
Las hemorroides son importantes para mantener la
continencia "fina”. Actuando como "almohadillas anales”, aseguran un
cierre perfecto del canal anal.
¿Por qué generan problemas? |
La mayoría de los síntomas son producidos por el
prolapso (deslizamiento) de la mucosa ano-rectal en y hacia fuera del
canal anal. El prolapso de la mucosa y hemorroides internas en el canal
anal hace que la presión del esfínter sobre estas estructuras determine
una alteración del flujo sanguíneo, lo cual predispone a la trombosis
(coágulos dentro de los vasos sanguíneos).
¿Qué factores predisponen a su aparición? |
Diarrea y constipación
Dificultad para la evacuación y abuso de laxantes
Esfuerzos prolongados
Obesidad
Vida sedentaria
Ciertos deportes, como ciclismo o equitación
Embarazo y parto
Trastornos circulatorios
Abuso de alcohol
Abuso de comidas picantes
Exceso de café
Las hemorroides externas generalmente no sangran.
Pueden trombosarse (coágulos dentro de los vasos sanguíneos) y causar
gran dolor. Aunque, en pocos casos, las hemorroides externas pueden
necrosarse y provocar una complicación seria, la mayoría de las
hemorroides trombosadas se resuelven espontáneamente. Posteriormente,
pueden quedar zonas de piel redundantes (Plicomas externos). Éstas
pueden causar prurito y dificultad para realizar un aseo adecuado.
Generalmente, los síntomas incluyen aumento de
volumen local e inflamación, dolor en la defecación o a la presencia de
la masa hemorroidal y sangramiento anal defecatorio y/o espontáneo, el
cual puede ser escaso o llegar a la anemia crónica. En algunos pacientes
puede presentarse sangramiento severo.
¿Cómo se hace el diagnóstico? |
El diagnóstico se realiza con un examen proctológico
realizado por un especialista. Aunque se visualicen claramente las masas
hemorroidales, debe realizarse una endoscopía rectal para descartar
otras lesiones. Siempre debe descartarse la presencia de enfermedad
subyacente, como enfermedades inflamatorias intestinales, tumores o
pólipos colorrectales.
Las hemorroides, ¿pueden transformarse en un cáncer? |
No. Pero los mismos síntomas producidos por las
hemorroides pueden deberse a un tumor o a otras enfermedades serias,
especialmente el sangramiento.
Según el grado y los síntomas, las hemorroides se
pueden tratar con medidas higiénico – dietéticas, procedimientos no
quirúrgicos o cirugía.
El tratamiento inicial consiste en medidas
conservadoras, tales como dieta rica en fibra, suplementos de fibra,
laxantes suaves, medidas de higiene local, entre otros. Si los síntomas
persisten, está indicado realizar procedimientos o cirugía de acuerdo al
grado de las hemorroides.
Tratamiento de las hemorroides |
Mantener una buena higiene anal y evitar rascar o frotar las hemorroides para ayudar a prevenir las infecciones
Corregir el estreñimiento añadiendo fibra a la dieta: frutas, verduras, pan integral, líquidos abundantes
Corregir las diarreas
Evitar comidas muy sazonadas y el consumo de alcohol
Evitar esfuerzos al defecar
Reducir el tiempo de defecación
Utilizar papel higiénico suave o limpieza anal mediante baño con agua tibia
En pacientes portadores de hemorroides grado I y II,
se puede intentar tratamiento local con ligadura elástica hemorroidal,
coagulación infrarroja o esclerosis hemorroidal, todos procedimientos
ambulatorios. Los síntomas se resuelven en el 70 al 80% de los
pacientes. En pacientes portadores de hemorroides grado III y IV, la
cirugía es el tratamiento de elección.
En algunos pacientes que han presentado trombosis,
pueden quedar plicomas o hemorroides externos voluminosos que provocan
molestias y dificultad para el aseo local, las que pueden ser extirpadas
quirúrgicamente.
¿Cuándo está indicado el tratamiento quirúrgico? |
El tratamiento aceptado de la enfermedad hemorroidal
sintomática, en pacientes portadores de hemorroides grado III y IV, ha
sido hasta la fecha la aplicación de diversas técnicas quirúrgicas de
hemorroidectomía. Esta cirugía implica la extirpación de los paquetes
hemorroidales y mayor o menor cantidad de mucosa y parte del canal anal
y anodermo.
¿Cuál es la evolución después de una hemorroidectomía? |
En un bajo porcentaje de los pacientes operados puede
presentarse cierto grado de incontinencia y se calcula que hasta un 25%
puede persistir con molestias después de 5 años.
¿Qué adelanto o mejora ha aparecido en el tratamiento de la enfermedad hemorroidal? |
La innovación más interesante de los últimos años en
el tratamiento de la enfermedad hemorroidal es la introducción de la
cirugía con sutura mecánica (PPH: Procedimiento para el prolapso y las
hemorroides).
Ésta consiste en una extirpación de un "anillo” de la
mucosa y submucosa por encima de los paquetes hemorroidales y en una
anastomosis (unión) muco-mucosa con una desconexión vascular de las
hemorroides.
¿Qué ventaja tiene la cirugía con sutura mecánica sobre la convencional? |
Esta anastomosis es realizada en un área desprovista
de receptores de dolor y se evita el trauma quirúrgico del anodermo, lo
que hace que este procedimiento sea muy poco doloroso. Esta técnica
reduce el prolapso, fija la mucosa y restablece la relación normal entre
mucosa y el tejido hemorroidal.
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