Pues precisamente como ya denota el título, este artículo os trae paso a
paso un relato acompañado de imágenes, para explicaros el proceso de
una sesión de infliximab (remicade) por parte de una enferma de crohn
que acude cada 8 semanas a ponerse una sesión de esta medicación al
Hospital Clínico Virgen de la Victoria en Málaga …
El infliximab
(remicade) es un medicamento de los llamados tratamientos biológicos,
desarrollados para el tratamiento de diversas enfermedades.
Es un fármaco, un anticuerpo monoclonal con una potente acción
antiinflamatoria. Su mecanismo de acción se conoce bastante bien.
Fundamentalmente, hace dos cosas. Por una parte, disminuye el efecto del
factor de necrosis tumoral, que es una citosina que producen diversas
células de nuestro cuerpo y que aumenta los síntomas inflamatorios. Por
otra, induce la apoptosis (muerte celular) de linfocitos que se
encuentran anormalmente activados.
Las aplicaciones fundamentales del infliximab son la artritis
reumatoide, la espondilitis anquilosante, la enfermedad de Crohn, la
colitis ulcerosa y la psoriasis.
Es un tratamiento poderoso, que debe aplicarse bajo supervisión de un
médico experto. Es preciso, antes de empezar el tratamiento, descartar
que haya alguna infección latente o activa, especialmente tuberculosis,
sida y hepatitis B y C, que pudieran agravarse con el tratamiento. Este
fármaco no se toma en casa, sino que se recibe por vía intravenosa, en
el hospital, con una periodicidad variable. En general al principio se
dan unas dos o tres dosis más agrupadas y luego el tratamiento se
mantiene cada 8 semanas.
Muchos de vosotros conoceréis la metodología de una sesión hospitalaria
para que os apliquen el tratamiento de infliximab, pero muchos otros la
desconocéis. Como la ignorancia conduce al miedo, con este artículo os
mostraremos como es una de estas sesiones de la mano de nuestra
compañera Aurea .
No pretende este reportaje ser un manual de procedimiento, ni daros
consejos a seguir, solo pretendemos mostraros de forma sencilla en qué
consiste, y porque trámites tendréis que pasar.
De esta forma comprobaréis que no es nada del otro mundo y de esta forma
podréis enfrentaros a esa primera sesión de infliximab sin miedo, solo
con la ilusión de que este tratamiento os aleje de los malestares que os
esté provocando vuestra enfermedad de crohn o vuestra colitis ulcerosa.
Antecedentes:
Antes de comenzar el tratamiento con este anti-TNF, te realizarán una
serie de analíticas y pruebas, estas pueden ser las siguientes:
-
Análisis de sangre
-
-
Radiografía de tórax
Resultando favorables todas estas pruebas, ya estamos listos para nuestra primera sesión.
Aurea.
Enferma de crohn (fistulante) diagnosticada hace un año. A raíz de la
aparición de una fístula anal hace casi 4 años, fui tratada con
antibióticos y antiinflamatorios durante año y medio debido a la
recurrencia de inflamación, fiebre y dolor, cuando fueron a intervenirme
para realizar una fistulectomía vieron que se trataba de una fístula
compleja y alta, colocaron dos setones para garantizar el correcto
drenaje de la fístula. Posteriormente se me realizaron diferentes
pruebas diagnosticas en la unidad de coloproctología, como tránsito
intestinal, resonancia magnética, para ver el alcance que tenía y ante
la sospecha de enfermedad inflamatoria intestinal (EII). A continuación
me remitieron a la consulta de Digestivo, donde se me realizo el Estudio
de Crohn, durante el tiempo que tardaron en realizarse todas las
pruebas mi estado empeoró, en ese periodo estuve en tratamiento con
antibióticos y budesonida, se crearon más trayectos secundarios que
alcanzaban ya al otro glúteo, ante esto, los niveles de PCR que estaban
altísimos, y el cuadro inflamatorio que presentaba, mi médico
especialista vio necesario el ponerme en tratamiento con Infliximab lo
antes posible y hace casi un año que estoy en él.
A continuación os relataré como transcurre una de mis sesiones.
Esta de hoy es la número 8, desde la primera sesión que tuve, hasta hoy,
el proceso ha sido positivo, ya en la primera noté una mejoría
"milagrosa”, marcó un antes y un después en el transcurso de la
enfermedad, a partir de ahí siempre noto un efecto muy positivo en las
semanas siguientes a la sesión, la inflamación, el excesivo cansancio,
la supuración y el dolor disminuyen considerablemente, aumenta mi tono
vital, mi piel cambia(más hidratada), las molestias abdominales y los
dolores articulares desaparecen. También hay que mencionar los efectos
secundarios de la medicación, a los pocos meses comencé a notar
inflamación estomacal acompañada de dolor, que aparecía a los pocos días
de recibir la sesión, pero se ha mitigado desde que mi médico
especialista me prescribió Imurel, que precisamente es para
contrarrestar dichos efectos. Desde entonces estos son puntuales y de
muy corta duración.
Pueden aparecer reacciones durante la infusión, en mi caso hasta el
momento no ha aparecido ninguna, sólo en la primera noté mucho frío,
pero nada importante, muchas veces puede ser por la velocidad del goteo y
sólo con disminuirla se soluciona.
El día antes a la sesión
Durante la mañana del día antes a la sesión siempre se confirma que
puedes acudir, Encarni llama a todos los pacientes para interesarse como
están, ya que si tienes fiebre o estas resfriada no pueden ponerte el
tratamiento, con lo cual, al estar bien, queda confirmada mi asistencia.
El día de la sesión:
Previo:
La hora en la que debo estar en el Hospital de Día es entre las
10:00-10:30 de la mañana, me suelo levantar sobre las 7:00, hago mi
rutina diaría, aseo…etc. Desayuno normal (descafeinado y tostada con
aceite y miel), una vez lista sobre las 9:30 me voy hacía el hospital en
autobús, tardo como 15 ó 20 minutos en llegar.
En el hospital:
El Hospital Clínico Virgen de la Victoria en Málaga, es donde me ponen
el tratamiento y me llevan en consulta. Hace aproximadamente un mes que
el Hospital de Día se trasladó a las nuevas instalaciones recientemente
reformadas. Llego a las 10:10 y tras saludar a nuestra enfermera del
Hospital de Día, Encarni, escojo sillón para sentarme y me acomodo.
Empezamos el tratamiento:
Ya
estoy lista para que me coja la vía, siempre me pone un poco
nerviosilla los pinchazos, pero la verdad que ni me entero, es toda una
profesional, y también cuento con la suerte de que no tengo problemas a
la hora de que me cojan la vía. Encarni siempre tiene mucho cuidado para
que no me quede el "moraillo” ya que mi piel es muy blanca y sensible.
Una vez cogida la vía y antes de poner lo que es la medicación, por la
que hemos venido, me ponen una mezcla de antihistamínicos e
hidrocortisona, esto lo hacen para contrarrestar los posibles efectos
secundarios del infliximab.
A continuación me cambian la bolsa, ya terminada, por una bolsa con
suero fisiológico (250 cc.) en la que han disuelto el infliximab.
Es una bolsa de suero, al igual que las demás, eso sí tiene una duración
determinada, al ser un tratamiento biológico, si no se utiliza antes de
unas 30 horas aprox. después de su elaboración en farmacia hay que
desecharlo, por eso es muy importante siempre el acudir a la cita en el
día y hora indicada, previamente habiendo confirmado la asistencia. Es
un tratamiento muy costoso.
En las primeras sesiones la velocidad del goteo es más lenta, hay que
acostumbrar al cuerpo al nuevo fármaco y también para prevenir posibles
reacciones durante la infusión, a partir de la tercera se va aumentando
dicha velocidad.
En esta ocasión han cambiado el tubito de la vía, es más largo y lleva
un filtro en él, también un tramo es diferente, esta indicado en caso de
utilizar bomba de perfusión, pero en este caso no es así, con lo cual,
lo único que tienes es un tubo más largo a tu alrededor.
Ya voy notando la relajación, es una sensación como cuando te acabas de despertar de un sueño reparador y profundo, pues igual.
Durante todo el tiempo no se suele hacer ningún tipo de control de
tensión ni temperatura, a no ser que haya alguna reacción a la infusión,
entonces rápidamente cortan el tratamiento, realizan controles y llaman
a tu médico especialista para consultarle y en caso necesario acuda a
verte, suele estar cerca. La que si está es nuestra enfermera Encarni,
continuamente observándote. Si te ve así calladita o apagadilla, te da
conversación para ver como reaccionas.
En estas horas que dura el tratamiento y al coincidir con más pacientes,
en mi caso siempre coincido con mi compañero Antonio, al igual que yo
tiene las sesiones cada 8 semanas, y hoy también con Miguel Ángel, él
las tiene cada 6 semanas. Es muy ameno ya que charlando y hablando todos
de diferentes temas el tiempo se pasa muy rápido. Hay momentos en que
pienso que nos van a llamar la atención por las risas que surgen.
Terminando:
Tras
pasar todo el infliximab, me ponen otra bolsa, solo con suero, para
empujar el infliximab que queda en el tubito y limpiar la vena.
Después de 3 horas aproximadamente desde que me pusieron la vía, al fin
hemos terminado. Siempre recomienda Encarni quedarnos un poco más de
tiempo sentados después de quitarnos la vía, no levantarnos rápidamente.
Ahora mismo me encuentro con sensación de atontamiento, lentitud de
movimientos y reflejos, como siempre con muchas ganas de orinar, es otro
de los efectos que me produce.
Me despido de la enfermera y de los compañeros que todavía quedan allí en este caso deseando Feliz Navidad ya que no la vuelvo a ver hasta el día 31 de diciembre, si todo va bien, eso espero….
Como tenemos por costumbre Antonio y yo a la salida nos tomamos un café,
aunque sean las 14:00, es como que te lo pide el cuerpo, así que vamos
allí mismo a la cafetería del Hospital.
Después ya me dirijo de nuevo a coger el autobús y de vuelta a casa,
tengo la costumbre de dejarme la comida hecha, para luego nada más que
calentar y comer, esa tarde la paso muy tranquila, viendo películas o
distrayéndome, el cuerpo no da para más. Ya al día siguiente las pilas
están totalmente recargadas y eres otra.
Quiero agradecer la amabilidad, buen trato, como nos cuidan y miman el
equipo de enfermeras que hasta ahora han atendido en el Hospital de Día,
como son Encarni, Loli, Nieves y su supervisora Erika. Ahora las cosas
han cambiado, y sólo está Encarni en el Hospital de Día.
(1) El
Test de Mantoux y Booster es la prueba que consiste en inyectar
antígenos a un organismo para comprobar si se ha producido contacto con
el mycobacterium o con la vacuna BCG pero sin dejar huella.
La inyección intradérmica es de 0.1 ml de derivado purificado de
antígeno de Mycobacterium tuberculosis. Se observa la reacción viendo la
induración a las 24 -48 y 72 horas, cuando la pápula que se produce es
mayor a 5 mm de diámetro se considera que se ha producido un contacto
con el bacilo (Es el diagnostico de infección tuberculosa).
Puede llegar a dar un resultado imperceptible en pacientes de edad
avanzada que se infectaron en la juventud o en vacunados no infectados
por Mycobacterium tuberculosis, porque la capacidad de reaccionar
disminuye con el tiempo. En estos casos para detectar el denominado
efecto booster se repetirá una nueva prueba 7-10 días después.
El efecto booster consiste en un refuerzo de la respuesta inmune
debilitada a la tuberculina (no ausente) por la primera prueba empleada.
El resultado de la segunda prueba es el que se considera el válido.