La vitamina D, calciferol o antirraquítica es un heterolípido insaponificable del grupo de los esteroides. Se le llama también vitamina antirraquítica ya que su déficit provoca raquitismo. Es una provitamina soluble en grasas y se puede obtener de dos maneras:
- Mediante la ingestión de alimentos que contengan esta vitamina, por ejemplo: la leche y el huevo.
- Por la transformación del colesterol o del ergosterol (propio de los vegetales) por la exposición a los rayos solares UV.
Se estima que 1000 IU diarias es la cantidad de vitamina D suficiente para un individuo sano adulto ya sea hombre o mujer.1
La vitamina D es la encargada de regular el paso de calcio (Ca2+)
a los huesos. Por ello si la vitamina D falta, este paso no se produce y
los huesos empiezan a debilitarse y a curvarse produciéndose
malformaciones irreversibles: el raquitismo. Esta enfermedad afecta especialmente a los niños.2
La Vitamina D representa un papel importante en el mantenimiento de
órganos y sistemas a través de múltiples funciones, tales como: la
regulación de los niveles de calcio y fósforo en sangre, promoviendo la
absorción intestinal de los mismos a partir de los alimentos y la
reabsorción de calcio a nivel renal. Con esto contribuye a la formación y
mineralización ósea, siendo esencial para el desarrollo del esqueleto.
Sin embargo, en dosis muy altas, puede conducir a la resorción ósea.3
También inhibe las secreciones de la hormona paratiroidea (PTH) desde
la glándula paratiroides y afecta el sistema inmune por su rol
inmunosupresor, promoción de fagocitosis y actividad antitumoral.
La deficiencia de Vitamina D puede resultar del consumo de una dieta
no equilibrada, aunada a una inadecuada exposición solar; también puede
ocurrir por desórdenes que limiten su absorción, o condiciones que
limiten la conversión de Vitamina D en metabolitos activos, tales como
alteraciones en hígado o riñón, o raramente por algunos desordenes
hereditarios.3
La deficiencia de la vitamina D ocasiona disminución de la
mineralización ósea, conduciendo a enfermedades blandas en los huesos,
tales como raquitismo en niños y osteomalacia en adultos, incluso se asocia con la aparición de osteoporosis.
Por otra parte, algunas investigaciones indican que la deficiencia de
Vitamina D está vinculada a la merma de la función cognitiva4 y al cáncer de colon. La deficiencia de vitamina D causa también en adultos:
- Osteoporosis: caracterizada por fragilidad de los huesos.
- Osteomalacia: una enfermedad que debilita los huesos en adultos y que es similar al raquitismo.
- Hipocalcemia: caracterizada por bajas concentraciones de calcio en la sangre.
Y la malnutrición de vitamina D también puede estar ligada a enfermedades crónicas como el cáncer (pecho, ovario, colon y próstata), dolor crónico, debilidad, fatiga crónica, enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple y la diabetes tipo 1, elevación de la presión arterial,
enfermedades mentales (depresión, desórdenes afectivos estacionales y
posiblemente con la esquizofrenia), enfermedades del corazón, artritis reumatoide, psoriasis, tuberculosis y enfermedad inflamatoria del intestino.
En los niños se manifiesta con raquitismo por medio de síntomas como
crecimiento deficiente, retraso en el crecimiento de los dientes,
debilidad, cráneo ablandado en los infantes y deformidades óseas
irreversibles.10
- ¿Quién puede necesitar vitamina D extra para prevenir su deficiencia?
Las personas mayores de 50 años son las que tienen mayor riesgo de
desarrollar una deficiencia a la vitamina D. La habilidad de la piel de
convertir la vitamina D a su forma activa, decrece con la edad. Los
riñones, que ayudan a convertir la vitamina D a su forma activa, a veces
no trabajan igual de bien cuando la gente tiene más edad. Por lo tanto,
algunas personas mayores pueden necesitar vitamina D en suplementos.
- Grupos en riesgo de deficiencia
Los requerimientos de Vitamina D, se incrementan con la edad,
mientras que la habilidad para convertir 7-dehidrocolesterol a
provitamina D3 disminuye.11
Adicional a esto, la habilidad renal para convertir calcidiol en
calcitriol también disminuye con la edad, lo que indica la necesidad de
incrementar la suplementación en ancianos. Con base a esto, un consenso
concluyó que para prevenir de forma óptima las fracturas osteoporóticas,
se recomiendan concentraciones de calcidiol en sangre mayores a 30
ng/ml, lo cual es equivalente a 75 nmol/L.
La Asociación Americana de Pediatría, aconseja la suplementación con
200 UI/día de vitamina D para recién nacidos. La Sociedad Pediátrica
Canadiense recomienda que mujeres embarazadas o lactantes tomen 2000
UI/día, y que todos los bebés alimentados exclusivamente con lactancia
materna, sean suplementados con 400 UI/día, así mismo los bebés que
vivan sobre 55 grados de latitud, deben recibir 800 UI/día, en los meses
de octubre hasta abril, o de abril a septiembre en el hemisferio sur.12
Esto sucede porque las fórmulas infantiles generalmente son
fortificadas con vitamina D, mientras que la leche materna no contiene
niveles significativos de la misma, por ello se recomienda a los padres
cuyos bebes son alimentados con fórmula, que eviten exponer de forma
excesiva a la luz solar a sus bebes. Mientras que los infantes que son
alimentados exclusivamente con leche materna, por lo general requieren
suplementación con vitamina D más allá de la infancia temprana,
especialmente en latitudes nortes.13
Sin embargo, los bebes deben ser expuestos a la luz solar por cortos
periodos, 10 minutos aproximadamente al día. La vitamina D que se
encuentra en los suplementos y fórmulas infantiles es menos absorbida
que la producida por el cuerpo naturalmente, sin embargo esto puede
conducir a un riesgo de sobredosis, lo cual no se presenta con la
exposición natural a la luz solar.
Los individuos obesos pueden tener niveles disminuidos en la
circulación de vitamina D, probablemente por una biodisponibilidad
reducida, por lo que pueden estar en riesgo de deficiencia. En algunos
pacientes a quienes se les ha extraído la glándula paratiroides o que
sufren de hipoparatiroidismo, se recomienda administrar dosis
terapéuticas de vitamina D (cerca de 100,000 UI o 2.5 mg/día) para
mantener adecuados los niveles sanguíneos de calcio.14
Pacientes con enfermedad hepática crónica o malabsorción intestinal,
también pueden requerir dosis altas de vitamina D (por encima de 40,000
UI ó 1 mg-1000 microgramos/día).
Las mujeres con historia de deficiencia de vitamina D pueden tener
irregularidades en la formación de los huesos pélvicos, por lo tanto les
puede ser díficil dar a luz. Se puede dar calcio y magnesio junto con
vitamina D para tratar estas condiciones.15
El uso de protector solar con factor de protección (SPF) de 8, inhibe más del 95% de producción de la vitamina en la piel.16 17 Para evitar la deficiencia de vitamina D los dermatólogos recomiendan la suplementación con el uso de bloqueadores solares.
Fuentes alimentarias de Vitamina D
Los alimentos enriquecidos son la fuente dietética mayor de vitamina D. Con anterioridad a la fortificación de productos lácteos en los años 1930, el raquitismo era un problema mayor de salud pública en los EE. UU. La leche en EE.UU. está fortificada con 10 microg. (400 UI)
de vitamina D por cuarto de galón (1,136 L), y el raquitismo es algo
extraño en la actualidad en los EE.UU. En Argentina, los lácteos
fortificados tienen entre 1 y 2 microg, y la vitámina D deber obtenerse
por otras fuentes.
Una taza de leche enriquecida con vitamina D proporciona una cuarta
parte de las necesidades diarias de esta vitamina para los adultos.
Aunque la leche está fortificada con vitamina D, los productos lácteos
como el queso, yogur y helados
no están enriquecidos con vitamina D. Sólo unos pocos productos
contienen de forma natural cantidades significativas de vitamina D,
incluyendo los aceites de pescado,(aceite de hígado de bacalao), los pescados grasos (como el arenque, salmón, sardinas y atún), el hígado de pescado y la yema de los huevos.
Los cereales de desayuno enriquecidos (3/4 taza) contienen de 1-2,5 microgramos por ración y el jugo de soja ó vegetal, enriquecida (1 taza) contiene de 1 a 2,55
Los peces como salmón, atún, sardinas y el aceite de bacalao
contienen grandes concentraciones de esta vitamina, por tanto deberían
ser introducidos en la dieta.18
Los hongos o setas aportan cerca de 2700 UI por ración (aprox. 3
onzas o ½ taza) de vitamina D2, si fueron expuestos 5 minutos a rayos
UVB antes de ser cosechados,19 es importante destacar que ésta es una de las pocas fuentes naturales de vitamina D para los vegetarianos.
Autora: Michelle Rizzo Publicado em 03/07/2008
Los hallazgos
de un estudio publicado en junio en American Journal of Gastroenterology
indican que la deficiencia de vitamina D en pacientes con enfermedad
inflamatoria intestinal se correlaciona con una menor densidad mineral
ósea.
El Dr. William D. Leslie y sus colaboradores de la
Universidad de Manitoba de Winnipeg (Canadá), señalan que "sabemos que
los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal tienen una
incidencia más elevada de osteoporosis y de fracturas aunque la
implicación de la deficiencia de vitamina D en estos trastornos óseos es
dudosa”.
Los investigadores identificaron pacientes adultos con
diagnóstico reciente de enfermedad inflamatoria intestinal en el IBD
Research Registry de la Universidad de Manitoba, y determinaron al
inicio la densidad mineral ósea y la concentración sérica de
25-hidroxivitamina D [25(OH)D] en un subgrupo de 101 pacientes.
De
los 101 pacientes, solo 22 (21,8%) tenían una concentración adecuada de
25(OH)D (75 nmol/l o más). Seis pacientes (5,9%) tenían una
concentración deficiente, 38 (37,6%) insuficiente y 35 (34,7%) una
concentración mínima.
Había una relación entre concentración
sérica elevada de 25(OH)D y mayor densidad mineral ósea en la columna
lumbar (p < 0,01), en el fémur proximal (p < 0,05), y corporal
total (p < 0,05).
Por cada desviación estándar de descenso en
las concentraciones séricas de 25(OH)D se observó una reducción de la
densidad mineral ósea de un 3,4% en la columna, un 2,9% en el fémur
proximal y un 2 % en la corporal total.
En 94 de los 101
pacientes estudiados se repitió la determinación de la densidad mineral
ósea 2,3 años después, y se observó una correlación positiva entre el
aumento de la densidad mineral ósea corporal total en este periodo de
tiempo y la concentración sérica de 25(OH)D (p < 0,05).
Según
declaraciones del Dr. Leslie a Reuters Health, "la normalización
inmediata de la vitamina D ayuda a prevenir los trastornos óseos
asociados a enfermedad inflamatoria intestinal”.
El siguiente
objetivo de nuestro equipo es "averiguar si es la deficiencia de
vitamina D o el grado de actividad de la enfermedad inflamatoria
intestinal lo que conduce a la pérdida progresiva de densidad mineral
ósea”.
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