El estrés es la tensión
física y emocional que se produce como respuesta a una
presión externa o interna. Prácticamente es imposible vivir
sin algún tipo de estrés y, en pequeñas dosis, resulta
estimulante y motiva al logro. Sin embargo, cuando es
excesivo o no se controla adecuadamente, puede producir
problemas de salud.
Los síntomas de estrés
pueden ser psíquicos y físicos
Los síntomas mentales son:
tensión, irritabilidad, problemas de concentración,
cansancio excesivo, problemas de sueño, preocupación,
tristeza.
Los síntomas físicos son:
boca seca, aumento de la frecuencia cardiaca, malestar
estomacal, deseo frecuente de orinar, palmas de las manos
sudorosas, dolor de espalda, tensión muscular que puede
causar contracturas y dolor, mareos, problemas para
respirar.
Los acontecimientos
estresantes no solo son sucesos negativos, como tener
problemas de pareja o laborales, sino que también los
sucesos positivos, como una boda, comprar una casa o tener
un hijo pueden resultar estresantes a muchas personas. No
obstante, lo que resulta estresante para una persona puede
no serlo para otra. Por ejemplo, algunas personas disfrutan
hablando en público mientras que otras se sienten
tremendamente ansiosas. Algunas personas están encantadas de
ayudar a amigos o familiares a solucionar sus problemas,
mientras que otras lo encuentran tremendamente estresante.
Hay quien ve los cambios como algo emocionante, mientras que
otros los viven con miedo y ansiedad.
Algunos datos sobre el
estrés
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43 % de las personas
adultas sufren efectos adversos en su salud ocasionados
por el estrés.
-
Del 75 al 90 % de las
visitas al médico se deben a enfermedades relacionadas
con el estrés.
-
El estrés está
relacionado con las principales causas de muerte:
enfermedad cardiaca, cáncer, enfermedades del aparato
respiratorio, accidentes, cirrosis hepática y suicidio.
-
Un estudio realizado con
hombres de mediana edad, mostró que aquellos que
carecían de apoyo emocional de otras personas durante
sucesos estresantes severos, tenían una probabilidad 5
veces mayor de morir en los 7 años siguientes que
aquellos con apoyo emocional.
¿Qué es el estrés?
Habitualmente nos enfrentamos a situaciones límite que se tornan
estresantes; es decir, hechos cotidianos que representan pequeños o
grandes desafíos o situaciones frustrantes. Esos hechos provocan en
nosotros una mayor tensión.
Pues bien, el estrés es una condición corporal que puede aparecer cuando
una persona se enfrenta a una situación amenazante o extraña o como ya
dijimos desafiante. Si la situación la resolvemos con naturalidad puede
que no nos estresemos, pero cuando la situación es resuelta de una
manera que no queríamos o deseábamos, es ahí donde aparece el estrés,
después de la frustración o el descontento que provocó la situación.
También el dolor nos provoca una situación no sólo frustrante sino
desagradable que se traduce en estrés. Y todo nuestro cuerpo segrega
diferentes hormonas y metabolitos producto de esa situación estresante.
De como nos enfrentemos al estrés, dependerá como nos afectara ese estrés.
Entonces, la suma de tensiones físicas y mentales a la que estamos
sometidos permanentemente, puede configurar una situación de estrés
cotidiano.
Los niños también tienen tensiones cotidianas causadas por desafíos que
ayudan a desarrollar nuevas habilidades y patrones de comportamiento;
sin embargo, cuando esta llega a ser excesiva, puede ser destructiva.
Tanta tensión en la mente y cuerpo puede desarrollar sensación de
abatimiento, tristeza y llevar a una situación de malestar general.
Cuando esto ocurre, se suele comenzar a sentir una sensación
abrumadora: se percibe que se deben hacer demasiadas cosas en poco
tiempo, o se siente enojo y muy mal humor con uno mismo y con los demás,
luego parecería como todo lo que uno emprende sale mal.
¿Qué síntomas siento cuando tengo estrés?
Hay un número diverso de síntomas que son originados por la presencia del estrés:
1. Irritabilidad general, hiperexcitación o depresión. Esto va asociado
con agresividad anormal o con indolencia, según nuestra constitución
física.
2. Palpitación cardiaca, indicadora de tensión arterial elevada (debido
al estrés) que puede llegar a provocar dolor en el pecho, con falta del
aire.
3. Sequedad en boca y garganta.
4. Conducta impulsiva y gran irritabilidad emocional.
5. Impulsos irresistibles de gritar.
6. Incapacidad de concentración, pensamiento flotante y desorientado en
general, o reiterativo y perseverante sobre algún problema acontecido.
7. Sensación de irrealidad, debilidad o vértigo.
8. Predominio de la sensación de fatiga y pérdida de la "alegría del vivir”.
9. "Ansiedad flotante”, es decir tener miedo sin saber de que o a que.
10. Tensión emocional e hipervigilancia, sensación de estar sobreexcitado.
11. Temblores, tics nerviosos.
12. Tendencia a asustarse fácilmente por cualquier ruido no habitual.
13. Risa nerviosa y chillona.
14. Tartamudeo y otras dificultades del habla.
15. Bruxismo o rechinar de dientes.
16. Insomnio de conciliación: dificultad para comenzar el sueño; o
insomnio de despertar: la persona se despierta antes de la hora
prefijada y no logra volver a dormir.
17. Hipermotilidad, técnicamente llamada hiperkinecia, que es la
tendencia a ir de un lado a otro sin razón, e incapacidad para detenerse
en actitud relajada en un asiento confortable.
18. Sudoración profusa si la presencia de un excesivo calor. Manos frías y sudorosas. Fatiga.
19. Necesidad frecuente de orinar.
20. Diarrea, indigestión, nauseas, a veces vómitos. Todos estos son
signos de los trastornos en el sistema gastrointestinal o puede tener
constipación pertinaz.
21. Cefalea migrañosa.
22. Tensión premenstrual o desarreglos de los ciclos menstruales.
23. Dolor en el cuello o en la parte baja de la espalda, generalmente
debido al aumento de la tensión en los músculos de la espalda.
24. Falta o exceso de apetito, esto se verifica rápidamente por las
alteraciones frecuentes del peso corporal, acompañado por trastornos en
la alimentación: obesidad, desnutrición, anorexia, bulimia. Esto ocurre
porque el estrés modifica algunos neurotransmisores en el cerebro y
sobre todo en el centro del apetito y en los centros que tienen que ver
con la sensación del placer, provocando una disminución de los mismos y
por eso la persona se puede encontrar sin apetito, no le siente gusto a
nada, sin placer oral o con excesiva ansiedad por comer algo rico pero
nada satisface su sensación.
25. Pérdida del apetito por disfunción gastrointestinal, es decir, el
estrés aumenta la secreción de ácido clorhídrico y a partir del estómago
en adelante la digestión es irregular, provocando vómitos, nauseas,
dolores, malestares, cefaleas y hasta diarreas o sangrado en el tubo
digestivo (hemorragia digestiva alta con melena). Y consecuentemente un
estado anémico que acarrea más estrés y mayor malestar.
26. Aumento del vicio de fumar.
27. Aumento del uso de fármacos legales (especialmente tranquilizantes).
28. Adicción al alcohol y/o a drogas ilegales. Esto ocurre porque
nuestro centro del placer se encuentra insatisfecho y tratamos de
escondernos para olvidar la causa de nuestro "disestres” (estrés en
forma discordante y abundante) o lo que tanta frustración nos provoca. A
veces pasamos a estados de "euestres” es decir el mismo estrés pero con
cierta situación de euforia desenfrenada. Esta sería la antesala de los
desórdenes bipolares con euforia y depresión pasando de uno a otro
estado por temporadas.
29. Pesadillas frecuentes, repetitivas y/o incoherentes.
30. Conductas neuróticas, "quiero pero no”.
31. Psicosis, observación de la realidad alterada, con una visión de lo real totalmente distorsionado.
32. Tendencia a los accidentes, que en general encubren una cierta conducta suicida.
33. Tristeza, apatía, sensación de inseguridad, sensación de carencia
directiva, sensación de menor valía o desesperación, tendencia a la
postergación, retraimiento o aislamiento.
34. Higiene personal deficiente, apatía en la forma de vestirse o arreglarse.
¿Cómo escapar del estrés o evitarlo o mejorar la tolerancia al mismo?
El estrés es inevitable, desde un recién nacido hasta un anciano,
pasando por cualquier animal doméstico y por las plantas, cuando son
podadas o fumigadas. Todo ser viviente muestra los signos que deja el
estrés. Pero...
Es necesario mantener bajo control el estrés.
Lo podemos lograr siguiendo algunos simples consejos:
Auto cuidado: (Es imprescindible conocer ciertas técnicas):
• Aprender a relajarse: Técnicas como el Reiki, imaginación guiada,
meditación, relajación muscular y respiración, pueden ayudar a la
relajación. El objetivo fundamental es disminuir la frecuencia cardiaca,
la presión arterial y la tensión muscular.
• Comentar las preocupaciones con un buen amigo: Hablar ayuda a mejorar
la tensión y poner la situación en una perspectiva adecuada, además
puede conducir a establecer un plan de acción diferente al que se tenía
pensado o más saludable
• .Planear el trabajo paso a paso: Conviene determinar la realización de
tareas pequeñas, una vez finalizadas comenzar otras. Separar un todo en
diferentes etapas disminuye la tensión síquica que provoca un todo
grande que puede pensarse como inalcanzable.
• Controlar la ira: La ira requiere ser expresada, pero con cuidado y
respeto por el otro. Muchas veces es beneficioso contar hasta 10 antes
de explotar y mantener la compostura para evitar las posteriores
frustraciones por lo que se dijo o hizo en un estado de irascibilidad.
• Alejarse: Un cambo de actitud puede ayudar a encontrar una nueva
perspectiva para dimensionar un problema. Dejar por un tiempo de pensar
en ese "tan terrible problema” puede mejorar la visión de la
complicación y al relajarse, generar una solución posible,
independientemente de que sea resolutiva, paliativa o para posponer la
solución hasta una mejor oportunidad.
• Ser realista: Es prudente establecer objetivos ligados a la realidad o
lo más posible de cumplir en el tiempo más corto posible, definiendo
jerarquías y prioridades. Esto nos dará resultados más rápidos,
contundentes y con menor carga de ansiedad y menor frustración ante los
impedimentos. Evitar los objetivos demasiado ambiciosos nos hará evitar
también las grandes frustraciones y el consecuente estrés marcado.
• Evitar la automedicación: Esta es, tal vez, una de las recomendaciones
más importantes. También deben evitarse los profesionales poco
comprometidos con los pacientes y sus dolencias ya que esta actitud
profesional, además de ser una mala conducta, incrementa el estrés.
Evitar además las medicaciones ansiolíticas que no resuelven la
tolerancia al estrés y no modifican conductas, sino que las exacerban.
Es imprescindible contar con los profesionales que más contengan,
integralmente, a todo nuestro ser. (Sugerimos consultar en
<info@camposdesalud.com.ar>)
• Alimentarse "Naturalmente”: Es imprescindible ingerir alimentos sanos y
nutritivos. Un cuerpo sano se logra con una alimentación adecuada,
incorporando a nuestro organismo los nutrientes variados que nos ofrece
la naturaleza o complementándolo con una buena nutrición celular bien
aconsejada. (sugerimos ingresar a www.camposdesalud.com.ar).
• Dormir lo suficiente y realizar ejercicios: Un cuerpo sano propicia
una mente sana, el sueño ayuda a restablecer la actividad neuronal y
también ayuda a enfrentar los problemas en un estado de reposo, con lo
cual se generan nuevas visiones de la situación antes no contempladas.
El ejercicio ayuda a eliminar las tensiones y los tóxicos y a disipar la
energía excesiva que también puede generar estrés.
• Buscar ayuda: Siempre es IMPRESCINDIBLE. Sugerimos terapias
alternativas que no contengan toxicidad y presentan una mejoría rápida y
satisfactoria. Puede ser a través de Homeopatía, Reiki, Masajes
Descontracturantes y Relajantes, Aromoterapia, Baños Termales, Turismo
Salud, etc. Todas estas posibilidades se ofrecen en un paquete exclusivo
que podrá encontrar en: www.camposdesalud.com.ar
Restablecer nuestra salud integral es importante no solo para nosotros
sino además para nuestra familia. Además, forma parte del mandato divino
de nuestro creador. Eso nos permitirá luego disfrutar de nuestro
trabajo cotidiano, con la consabida
"alegría de vivir” en compañía de nuestros seres queridos.
Técnicas de relajación para disminuir el estrés.
Relajación muscular progresiva:
• Sentarse o acostarse en una posición cómoda y cerrar los ojos.
Permitir que la mandíbula descienda y que los párpados se relajen en
lugar de cerrarlos con fuerza.
• Recorrer mentalmente nuestro cuerpo pensando en relajar parte por
parte, sector por sector. Cada músculo, cada articulación y hasta
nuestros pensamientos más estrictos. Se empieza con los dedos de los
pies y se asciende lentamente hasta llegar al cuero cabelludo. Hay que
enfocar por separado en cada parte de nuestro organismo e imaginar que
la tensión se desvanece lentamente.
• Es prudente contraer los músculos de cada zona y mantenerlos así hasta contar hasta 5, luego relajarse y pasar a la otra.
Imaginación visual
• Debe permitir que los pensamientos fluyan por su mente sin detenerse
en cada uno. Debe concentrarse en la relajación y buscar todo
pensamiento que conserve en su recuerdo y que le trasmita tranquilidad,
paz, sosiego, seguridad, o aquel atributo que más necesite.
• Piense que el corazón late con tranquilidad suficiente como para
relajar todo su cuerpo, que la respiración le acompaña igualmente lenta y
pausada con regularidad y con profundidad para inundar todas las
células del cuerpo con la gracia del oxíigeno.
• Una vez que sienta suficientemente la relajación imagine que se
encuentra en el lugar que usted más desea, ese que le produce placer,
ese donde puede disfrutar de la belleza, la paz, la tranquilidad...
• Trate meditar, visualizando los colores que le brinda la naturaleza,
el violeta presente en todos sus cambios constantes; el verde de las
hojas y del césped que nos sugiere salud; el azul celeste del cielo que
nos brinda paz, fuerza la voluntad, felicidad, equilibrio y poder; el
amarillo de los trigales prestos ser segados nos incrementa la
sabiduría, la intuición, la inteligencia; el blanco de las nubes que
podemos adoptar para nuestra vida, la purificación, la aclaración de las
dudas; el rosa de las flores que nos entrega un amor puro, la belleza,
la opulencia y la coerción entre dos seres; el anaranjado del atardecer,
que nos va a proveer un nuevo día mañana, con esa solución tan
esperada por nosotros.
• Después de 5 a 10 minutos de meditación comience a despedirse del ejercicio de relajación e imaginación visual.
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